El punto de vista de Agustín sobre la cuestión milenaria.
En su famosa obra, La ciudad de Dios, Agustín estableció la idea de que la iglesia visible era el reino de Dios en la tierra. De la importancia de esta obra dice Peters: Probablemente no ha aparecido ninguna obra que haya tenido una influencia tan poderosa para abrumar la más antigua doctrina, como la obra sobresaliente de Agustín, La dudad de Dios. Esta fue especialmente designada para enseñar la existencia del reino de Dios en
De esta doctrina eclesiástica básica, que interpretaba la iglesia como si fuera el reino, Agustín desarrolló su doctrina del milenio, que la resume Allis como sigue:
El enseñaba que el milenio debe interpretarse espiritualmente como cumplido en
De esa manera, Agustín hizo varias aseveraciones importantes que moldearon el pensamiento escatológico: (1) Negó que el milenio vendría después de la segunda venida; (2) sostuvo que el milenio ocurriría en el período que transcurre entre las dos venidas; y (3) enseñó que la iglesia es el reino, y que no habría ningún cumplimiento literal de las promesas hechas a Israel. Estas interpretaciones formaron el núcleo central del sistema escatológico que dominó el pensamiento teológico durante siglos. Los hechos de que la historia ha probado que Satanás no fue atado; de que no estamos en el milenio, experimentando todo lo que fue prometido a los que entraran en él; y de que Cristo no vino en el 650 d. de J.C., no han sido suficientes para disuadir a los partidarios de este sistema. A pesar de su obvio fracaso, aún se mantiene ampliamente.
IV. EL ECLIPSE DEL PREMILENARISMO
Con el surgimiento del romanismo, encerrado en la idea de que su institución era el reino de Dios, el premilenarismo declinó rápidamente.
Auberlen dice:
El milenarismo desapareció en proporción a la medida en que el catolicismo romano avanzaba. El papado tomó para sí, como un robo, esa gloria que era el objeto de la esperanza, y que sólo podía alcanzarse mediante la obediencia y la humildad a la cruz. Cuando la iglesia se convirtió en una ramera, dejó de ser la esposa que sale a encontrarse con su esposo; y de esa manera el milenarismo desapareció. Esta es la profunda verdad que descansa en el fondo de la interpretación protestante, antipapista del Apocalipsis.™
Peters observa:
Puede entonces declararse brevemente como un hecho de evidencia propia, que todo el espíritu y la meta del papado son antagónicos al punto de vista de la iglesia primitiva, por cuanto se basan en el codiciado poder eclesiástico y secular, y en la extensa jurisdicción puesta en las manos de un primado. . . cuando se fundó un sistema según el cual el reino de los santos ya había comenzado —el obispo de Roma reinaba sobre la tierra en lugar de Cristo; la liberación de la maldición se efectuaría solamente en el tercer cielo; en la iglesia, como reino, había una aristocracia a la cual había que rendir pronta obediencia; los anuncios profetices con respecto al reino del Mesías se cumplían en el predominio, esplendor, y riqueza romanos; la recompensa y exaltación de los santos no dependía de la segunda venida, sino del poder que albergaba el reino existente, etc., etc.-, entonces, el milenarismo, que resultaba muy desabrido y detestable ante estas demandas y doctrinas, cayó bajo la poderosa influencia que se ejercía contra él en todo el mundo.30
A pesar de la ascendencia del amilenarismo romano, continuó un pequeño remanente aferrado a la posición premilenaria. Ryrie cita a los valdenses y a los paulistas, juntamente con los cataros, que sostuvieron las creencias apostólicas.31 Peters cita, además, a los albigenses, a los lolardos, a los seguidores de Wiclef y a los protestantes bohemios, que se unieron a la causa premilenaria.32
A. El surgimiento del postmilenarismo.
En el período post-Re forma surgió la interpretación conocida como postmilenarismo, que vino a suplantar, en su mayor parte, el amilenarismo agustiniano en la iglesia protestante. El fracaso del amilenarismo, tal como lo interpretaba Agustín, para enfrentarse a los hechos de la historia, dio lugar a un nuevo examen de su doctrina. El primer expositor de la posición de que Cristo regresaría después del milenio e introduciría el estado final con un juicio general y la resurrección, de acuerdo con Kromminga,34 fue Joaquín de Fiore, un escritor católico romano del siglo doce. Walvoord dice de él:
Su punto de vista del milenio es el de que comienza y continúa como un gobierno del Espíritu Santo. Tenía en mira tres edades: la primera desde Adán hasta Juan el Bautista; la segunda comenzó con Juan; y la tercera, con San Benedicto (480-543), fundador de sus monasterios. Las tres edades eran del Padre, del Hijo y del Espíritu, respectivamente. Joaquín predijo que el desarrollo final tendría lugar alrededor del año 1260 y que los justos triunfarían.35
Durante los siglos XVI y XVII, muchos hombres de Holanda sostuvieron el
punto de vista de que el milenio sería futuro. Berkhof cita a Cocceyo, Alting, los dos Kitringa, d' Outrein,Witsius, Hoornbeek, Koelman y Brackel como partidarios del postmilenarismo.36 Sin embargo, el postmilenarismo como sistema se atribuye generalmente a Daniel Whitby (1638-1726).37 Con respecto a Whitby, escribe Walvoord:
Whitby era unitario. Sus escritos, particularmente los que trataban sobre
Estos dos grupos a los cuales se dirigía el postmilenarismo —el modernista y el ortodoxo— pronto desarrollaron dos tipos diferentes de enseñanza.
(1) Un tipo bíblico de postmilenarismo, que hallaba su material en las Escrituras y su poder en Dios; (2) el tipo evolutivo o teológico modernista, que basaba sus pruebas en la confianza en el hombre para alcanzar el progreso por medios natu¬rales. Estos dos sistemas de creencia, ampliamente separados, tienen una cosa en común: la idea del máximo progreso y la solución de la dificultades presentes.39
El postmilenarismo llegó a ser la posición escatológica de los teólogos que dominaron el pensamiento teológico durante varios de los últimos siglos. Los rasgos generales de este sistema pueden resumirse de la siguiente manera:
El postmilenarismo está basado en la interpretación figurada de la profecía, que permite una amplia libertad para hallar el signifciado de pasajes difíciles —una amplitud que se refleja en la falta de uniformidad en la exégesis postmilenaria—. Las profecías del Antiguo Testamento con relación al reino de justicia sobre la tierra, han de cumplirse en el reino de Dios durante el período intermedio entre las dos venidas. El reino es espiritual e invisible en vez de material y político. El poder divino del reino es el Espíritu Santo. El trono predicho, que Cristo habría de ocupar, es el trono del Padre en el cielo. El reino de Dios en el mundo crecerá rápidamente pero con tiempos de crisis. Todos los medios se usan en el desarrollo del reino de Dios: es el centro de la providencia de Dios. En particular, la predicación del Evangelio y el esparcimiento de los principios cristianos señalan su progre¬so. La venida del Señor se considera como una serie de eventos. Cualquier interven¬ción providencial de Dios en la situación humana es una venida del Señor. La venida final del Señor es culminante y pertenece al más remoto futuro. No hay esperanzas del retorno del Señor en un tiempo previsible, ciertamente no vendrá esta generación. El postmilenarismo como el amilenarismo creen que todos losjuicios finales de los hombres y de los ángeles son esencialmente un solo evento y que ocurrirá después de una resurrección general de todos los hombres y antes del estado eterno. El postmilenarismo se distingue del premilenarismo en que éste considera que el milenio es futuro y posterior al segundo advenimiento. El post¬milenarismo se distingue del amilenarismo por el optimismo de aquél, la seguridad del triunfo final del reino de Dios en el mundo, y su relativo cumplimiento de la idea milenaria sobre la tierra. Teólogos como Hodge encuentran más bien un cumplimiento literal, incluyendo la conversión y restauración de Israel como na¬ción. Otros como Snowden consideran que el milenio, del cual habla Apocalipsis 20, se refiere al cielo.40
El postmilenarismo ya no es un problema en la teología.
B. El surgimiento reciente del amilenarismo. El amilenarismo ha surgido grandemente en popularidad en las últimas décadas, debido mayormente al colapso de la posición postmilenaria, de la cual eran seguidores la mayor parte de los teólogos. Por cuanto el amilenarismo depende del mismo prin¬cipio de espiritualizar la interpretación que utiliza el postmilenarismo, y que consideraba que el milenio es una era que se cumple entre los dos advenimientos y que precede a la segunda venida, tal como lo entendía el postmilenarismo, era un asunto relativamente sencillo para el partidario del postmilenarismo cambiar para el punto de vista amilenario.
El amilenarismo se divide hoy en dos bandos.
(1) El primero, del cual son partidarios Allis y Berkhof, se aferra esencialmente al amilenarismo agustiniano, aunque admitiendo la necesidad de ciertos refinamientos. Este es también, desde luego, el punto de vista de
Un nuevo tipo de amilenarismo ha surgido, sin embargo, del cual puede tomarse como ejemplo a Warfield, que es en realidad una clase totalmente nueva. Allis sigue este punto de vista hasta Duesterdieck (1859) y Kliefoth (1874) y lo analiza como una reversión de la teoría fundamental agustiniana, de que Apocalipsis 20 es una recapitulación de la era de la iglesia. El nuevo punto de vista más bien sigue la línea de enseñanza de que el milenio es distinto de la era de
Entre los que siguen el amilenarismo que se clasifican como ortodoxos, hay, pues, dos puntos de vista principales: (1) el que encuentra el cumplimiento del milenio en la era presente, en la iglesia sobre la tierra; y (2) el que encuentra su cumplimiento en el cielo, con los santos. El segundo requiere más espiritualización que el primero, no sólo de Apocalipsis 20, sino de muchos pasajes del Antiguo Testamento que tratan de una era dorada, de un reino de justicia sobre la tierra.42
Rarazones que explican la corriente popularidad del sistema amilenario.
(1) Es un sistema inclusivo, que puede abarcar todos los estratos del pensamiento teológico: protestante modernista, protestante ortodoxo y católico romano.
(2) Con excepción del prelimenarismo, es la teoría relativa al milenio más antigua; y por lo tanto, tiene la pátina o el barniz de la antigüedad sobre ella.
(3) Tiene el sello de la ortodoxia, por cuanto fue el sistema adoptado por los reformadores y llegó a ser el fundamento de muchas declaraciones de fe.
(4) Se conforma con el eclesiasticismo moderno, que hace hincapié en la iglesia visible que es, para el amilenarismo, el centro de todo el programa de Dios.
(5) Presenta un sencillo sistema escatológico, con una sola resurrección, un juicio, y muy poco programa profetice futuro.
(6) Se conforma fácilmente con las presuposiciones de la llamada "teología del pacto".
(7) Atrae a muchos por ser una interpretación "espiritual" de
Siete peligros del método amilenario de interpretación pueden señalarse.
(1) . . .cuando ellos usan el método de espiritualización de
(2) Ellos no siguen el método en relación con la profecía en general, sino sólo cuando es necesario para negar el premilenarismo.
(3) Justifican la espiritualización como un medio de eliminar problemas en el cumplimiento de la profecía —nace de una su¬puesta necesidad, en vez de ser producto natural de la exégesis—.
(4) No vacilan en usar la espiritualización en áreas que no sean de la profecía, si es necesario, para sostener su sistema de doctrina.
(5) Como lo ilustra el modernismo corriente, que es casi completamente amilenario, la historia ha probado que el principio de la espiritualización fácilmente se ha esparcido a todas las áreas básicas de las verdades teológicas ...
(6) El método amilenario no provee una base sólida para un sistema consecuente de teología. El método hermenéutico del amilenarismo ha justificado el calvinismo ortodoxo, el modernismo, y la teología romana por igual. . .
(7) El amilenarismo no ha surgido históricamente del estudio de las Escrituras proféticas, sino más bien de la negligencia en estudiarlas.
B. El surgimiento reciente del amilenarismo
El amilenarismo ha surgido grandemente en popularidad en las últimas décadas, debido mayormente al colapso de la posición postmilenaria, de la cual eran seguidores la mayor parte de los teólogos. Por cuanto el amilenarismo depende del mismo prin¬cipio de espiritualizar la interpretación que utiliza el postmilenarismo, y que consideraba que el milenio es una era que se cumple entre los dos advenimientos y que precede a la segunda venida, tal como lo entendía el postmilenarismo, era un asunto relativamente sencillo para el partidario del postmilenarismo cambiar para el punto de vista amilenario.
El amilenarismo se divide hoy en dos bandos. (1) El primero, del cual son partidarios Allis y Berkhof, se aferra esencialmente al amilenarismo agusti-niano, aunque admitiendo la necesidad de ciertos refinamientos. Este es también, desde luego, el punto de vista de
Un nuevo tipo de amilenarismo ha surgido, sin embargo, del cual puede tomarse como ejemplo a Warfield, que es en realidad una clase totalmente nueva. Allis sigue este punto de vista hasta Duesterdieck (1859) y Kliefoth (1874) y lo analiza como una reversión de la teoría fundamental agustiniana, de que Apocalipsis 20 es una recapitulación de la era de la iglesia. El nuevo punto de vista más bien sigue la línea de enseñanza de que el milenio es distinto de la era de
C. Para resolver el problema de correlación de esta interpretación con los duros hechos del mundo de incredulidad y de pecado, ellos interpretaron el milenio como un cuadro, no de un período de tiempo, sino de un estado de bienaventuranza de los santos en el cielo. Warfield, con la reconocida ayuda de Kliefoth, define el milenio con estas palabras: "La visión, en una palabra, es una visión de la paz de aquellos que han muerto en el Señor; y su mensaje para nosotros está incorporado en las palabras de Apocalipsis 14:13: Bienaventurados de aquí en adelante los que mueren en el Señor — pasaje del cual la era presente es en verdad sólo una aplicación. El cuadro que se nos presenta aquí es, en fin, el cuadro del estado intermedio— de los santos de Dios reunidos en el cielo lejos del ruido confuso y de las vestiduras bañadas en sangre que simbolizan la guerra sobre la tierra, para que ellos puedan esperar con seguridad el fin".
Entre los que siguen el amilenarismo que se clasifican como ortodoxos, hay, pues, dos puntos de vista principales: (1) el que encuentra el cumplimiento del milenio en la era presente, en la iglesia sobre la tierra; y (2) el que encuentra su cumpli¬miento en el cielo, con los santos. El segundo requiere más espiritualización que el primero, no sólo de Apocalipsis 20, sino de muchos pasajes del Antiguo Testamento que tratan de una era dorada, de un reino de justicia sobre la tierra.
Se puede dar un número de razones que explican
la corriente popularidad del sistema amilenario.
(1) Es un sistema inclusivo, que puede abarcar todos los estratos del pensamiento teológico: protestante modernista, protestante ortodoxo y católico romano. (2) Con excepción del prelimenarismo, es la teoría relativa al milenio más antigua; y por lo tanto, tiene la pátina o el barniz de la antigüedad sobre ella.
(3) Tiene el sello de la ortodoxia, por cuanto fue el sistema adoptado por los reformadores y llegó a ser el fundamento de muchas declaraciones de fe.
(4) Se conforma con el eclesiasticismo moderno, que hace hincapié en la iglesia visible que es, para el amilenarismo, el centro de todo el programa de Dios.
(5) Presenta un sencillo sistema escatológico, con una sola resurrección, un juicio, y muy poco programa profetice futuro.
(6) Se conforma fácilmente con las presuposiciones de la llamada "teología del pacto".
(7) Atrae a muchos por ser una interpretación "espiritual" de
Siete peligros del método amilenario de interpretación pueden señalarse.
EXPLICACION DE ESTAS 7 RAZONES
(1) . . .cuando ellos usan el método de espiritualización de
(2) Ellos no siguen el método en relación con la profecía en general, sino sólo cuando es necesario para negar el premilenarismo.
(3) Justifican la espiritualización como un medio de eliminar problemas en el cumplimiento de la profecía nace de una supuesta necesidad, en vez de ser producto natural de la exégesis—.
(4) No vacilan en usar la espiritualización en áreas que no sean de la profecía, si es necesario, para sostener su sistema de doctrina.
(5) Como lo ilustra el modernismo corriente, que es casi completamente amilenario, la historia ha probado que el principio de la espiritualización fácilmente se ha esparcido a todas las áreas básicas de las verdades teológicas ...
(6) El método amilenario no provee una base sólida para un sistema consecuente de teología. El método hermenéutico del amilenarismo ha justificado el calvinismo ortodoxo, el modernismo, y la teología romana por igual. . .
(7) El amilenarismo no ha surgido históricamente del estudio de las Escrituras proféticas, sino más bien de la negligencia en estudiarlas.43
El efecto, del sistema amilenario de interpretación se siente más sutilmente en tres secciones principales de la doctrina.
Errores de la doctrina del Amilenarismo
(1) En lo relativo a la doctrina de la salvación, el amilenarismo es culpable del error restrictivo que es común en la teología de pacto, en el que un punto menor se convierte en el punto mayor de un programa, y se considera todo el programa de Dios como un programa redentor, de manera que todos las edades son variaciones en \a revelación progresiva del pacto de la redención.
(2) En lo referente a la escatología, considera que todos los santos de todas las edades son miembros de
(3) En la escatología, aunque el amilenarismo rechaza universalmente las interpretaciones premilenarias, hay poco acuerdo entre sus ramas. El amilenarismo modernista niega las doctrinas de la resurrección, del juicio, de la segunda venida, del castigo eterno, y de otros asuntos relativos. El amilenarismo romano produjo el sistema del purgatorio, el limbo, y otras doctrinas no bíblicas, que han llegado a ser parte de su sistema. El amilenarismo ortodoxo aún sostiene la interpretación literal de las doctrinas de la resurrección, del juicio, del castigo eterno, y de otros temas relativos. Es difícil, por lo tanto, sistematizar la escatología amilenaria. Sin embargo, allí es donde está la más amplia divergencia entre la posición pre-milenaria y la escrituraria.
D. El surgimiento del premilenarismo.
Aunque los reformadores no adoptaron la interpretación premilenaria de las Escrituras, sí regresaron sin excepción al método literal de interpretar las Escrituras, que es la base esen¬cial sobre la cual descansa el premilenarismo. La aplicación lógica de este método de interpretación pronto condujo a muchos de los escritores de la post—Reforma a esta posición. Peters dice:
. . . estamos en deuda principalmente con unas pocas mentes prominentes por promover el regreso a la antigua fe patrística en todas sus formas esenciales. Entre éstos aparecen prominentemente los siguientes: el gran erudito bíblico Joseph Mede (nació en 1586, murió en 1638), en su aún célebre Clavis Apocalyptica (tradu¬cida al inglés) y en
Mediante la influencia de estos hombres surgió una gran cantidad de exé-getas y expositores que volvieron a colocar el premilenarismo en sitio de pro¬minencia en la interpretación bíblica.45 Entre ellos se encuentran los más grandes exégetas y expositores que la iglesia haya conocido, tales como Bengel, Steir, Alford, Lange, Meyer, Fausset, Keach, Bonar, Ryle, Lillie, Mclntosh, Newton, Tregelles, Ellicott, Lightfoot, Westcott, Darby, para men¬cionar solo unos pocos. La declaración de Alford, al hablar de los intérpretes del Apocalipsis desde
3 comentarios:
Le resta seriedad a los argumentos de este escritor el hecho de escribir la palabra "errores" como "herrores". Ahí ya se nota lo poco profesional de la argumentación.
Huy un error ortográfico lo puede tener cualquiera y aún así no descalifica el argumento lo único que veo de ese comentario es un falacia ad hominem
Por lo demás lo felicito está muy bien documentado
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